jueves, 1 de diciembre de 2011

Qué día es hoy?


Por M. A. C.

            Nuestros días vienen envueltos de tantos afanes, tantas ocupaciones, cosas que hacer, facturas que pagar y responsabilidades que, por supuesto, no podemos eludir y llenan nuestras horas y cubren casi todo nuestro tiempo, incluso el que tenemos para vivir, el de nuestras familias. Permitimos que la vida se convierta en eso que pasa sin darnos cuenta mientras estamos distraídos en otras ocupaciones. Un buen día nos despertamos y, Zass!, ya es 1ero de Diciembre del 2011, y han pasado los días, los años y pasamos balance a todas esas cosas que hemos postergado, priorizando otras, que están sin realizarse y esos planes y resoluciones de inicio de año… bueno, cada quien pase balance y respóndase a sí mismo cuántas ha conseguido.

            Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a las personas para que se ocupen en él. He conocido que no hay para ellos cosa mayor que alegrarse, y hacer el bien en su vida; y también es don de Dios que toda persona coma y beba, y goce el bien de toda su labor… Vanidad de Vanidades, dijo el predicador, todo es vanidad. Eclesiastés 3:9-10,12-13, 1:2

            Ayer alguien me envió un mensaje que, por cierto agradezco, titulado “El Elogio de la Lentitud”, no niego que cuando leí el titulo hasta me reí, creo que porque me vi contrastada y me figuré atrapada en ésta “revuelta bacanal del mundo”. Me tomé unos minutos para leerlo detenidamente y recordé que cada cual tiene propósitos en la vida y que “La vida” ésta de la que hablo, es para vivirla, no para ir tan rápido que nos la perdamos tratando de mejorarla.

            Propongo algo, sólo por hoy, intenta disfrutar el día que Dios que te da como un regalo, intenta ver las chispitas de luz, que pasan rápido, pero están ahí y tal vez solo estamos enfocados en ver para otro lado, intenta, sólo por hoy, vivir, y vuelve a intentarlo mañana. Hoy, es día de vivir.


Oremos

            Amado Dios de amor que prestas cuidado de tus hijos, te damos gracias por este día, por el sol, por tus cuidados, por los retos, por las cosas que no entendemos, por todo, y te pedimos que, sólo por hoy nos guardes en el hueco de tu mano, nos cubras con tu gracia y nos libres del mal, como cada día. Amen.

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